ImagÃnate un tanga que ha estado pegado a mi piel todo el dÃa… desde las primeras horas en el trabajo hasta el último minuto sudando en el gimnasio. Horas de roce, humedad, aroma corp**** y ese sabor intenso que solo un dÃa completo puede dejar.
Este tanga lo ha vivido todo: reuniones, caminatas, calor, esfuerzo fÃsico… y cada parte de él guarda mi olor, mi flujo natural y todo ese sudorcito que excita a los que saben disfrutar lo auténtico.
Perfecto para los amantes del olor real, el desgaste diario y la intimidad sin filtros.
Discreto, sellado y cargado de morbo. ¿Te atreves a tenerme tan cerca… y tan usada?