Esta braga de encaje no cubre casi nada… pero guarda mucho.
Me la pongo sin ropa interior debajo. La llevo cuando sé que voy a sudar, a excitarme, o a pensar en ti mientras me toco.
Está completamente empapada de mí. El encaje absorbe mi aroma, y el resto… bueno, te lo dejo a ti.
Si quieres una nota escrita a mano donde te confiese qué hice con ella puesta, dímelo al pedirla. Pero cuidado: muerde.