Su ****, perfecto en su contorno, combina suavidad y fuerz4 en un equilibrio casi hipnótico. Se alza con una elegancia que parece desafiar la gravedad, contorneándose con cada paso, con cada leve giro del cuerpo. No necesita exageraciones: es sensual por su forma, por su presencia, por la invitación silenciosa que transmite sin decir una palabra.
Una belleza contenida, sugerente, hecha para ser admirada con calma.