Cerezita7: Sensualidad mis pies

Tus pies, con ese esmalte rojo encendido, eran una invitación imposible de ignorar. Te tumbaste en la cama, alzándolos juguetona, dejando que la tela áspera del vaquero enmarcara la suavidad de tu piel.

Me acerqué hasta ti, y apenas rozar tu planta con mis labios fue suficiente para que soltaras un suspiro. Tu cuerpo respondió al instante, arqueándose, como si cada caricia en tus dedos fuera un secreto placer que te recorría entera.

Al lamer lentamente la curva de tu arco, tu risa se mezcló con un gemido suave… y en ese instante tus pies no fueron solo pies, sino el centro ardiente de tu deseo.